LA DESIGNACIÓN DEL PRESIDENTE DEL CONCEJO DELIBERANTE, LOS INTERESES POLÍTICOS POR SOBRE LOS DE LA GENTE. 

El 14 de noviembre, en la peor elección de su historia, el oficialismo exaltacrucense perdió las legislativas. Y así cedió por decisión de los vecinos en el pleno juego de la democracia,  la hegemonía de poder en el Concejo Deliberante.

Después de casi tres décadas de mayorías automáticas, el gobierno municipal enfrentó su temida pesadilla: un bloque opositor con siete concejales de Juntos que, presidencia mediante, le arrebataría el poder legislativo en Exaltación de la Cruz. Sin embargo, el pasado 9 de diciembre, ocurrió un episodio político de suma gravedad, reñido con el mandato otorgado por la gente en las urnas.

La concejal por la Unión Cívica Radical, Verónica Ludwig Dreier, (en la foto de portada en campaña junto al radical Facundo Manes), al momento de votar para designar al presidente del HCD, votó en forma negativa la postulación de Raúl Sancho a la presidencia. De ese modo, el oficialismo retuvo para su edil camporista, Emmanuel Martinez, la presidencia del HCD, lo que supone que mantendrá la tan controversial y discutida mayoría automática por los próximos dos años. Objetivo acaso además impulsado desde afuera del municipio y entre bambalinas, por influyentes políticos que a ultranza y más allá de los colores políticos coyunturales, han defendido desde hace mucho el afán de mantener una cuota de poder.

Los casi diez mil vecinos que votaron por un cambio, recibieron un hachazo a sus expectativas, a lo que expresaron con sus votos genuínos y apostando con fe. Las redes sociales explotaron ante el escandaloso pasaje vivido en el Concejo, con durísimos cuestionamientos a la concejal Dreir, hasta con excesos como los surgidos desde el núcleo duro de Sancho, que inició una caza de brujas contra la edil, exponiendo datos familiares y personales para consumar el “escrache”. Dreier, por su lado, atribulada, desde su perfil de facebook, denunciór la violencia de género sufrida y expuso los porqué de su controversial voto.

El comité local de la UCR reconoció que se estaba en tratativas con el PRO para la designación de los cargos de secretarios legislativo y administrativo del HCD. El PRO al inicio les habría negado que esos nombramientos, recayeran en radicales, sin embargo,nunca se manejó la posibilidad de una negociación con el municipio. ¿Pudo influenciar en la decisión de Dreier, esas disputas? En un duro comunicado el comité radical pidió la expulsión del partido, y la renuncia al cargo de la concejal Dreier.

Dreier llegó al cargo como resultado de la lista opositora de unidad de Juntos por el Cambio, en 2019. Lejos quedaron los tiempos de buenas relaciones con sus pares del PRO. No es la primera vez que Sancho es señalado por maltratar con palabras y gestos a quienes mantuviera disidencias políticas, así como por no considerar y no respetar opiniones de sus socios políticos. Acaso esos cuestionamientos, que en tal caso debieron debatirse en en el seno interno, en profundidad y afán genuíno de arribar a coincidencias, pudieron mas que el sagrado mandato popular.

Es claro que desde la agrupación partidaria Serapio Sosa, no han sabido construir poder hacia adentro, y reforzar vínculos con sus pares radicales, lo que conllevó a continuos enfrentamientos como supieron trascender. Y como a “río revuelto, ganancia de pescadores”, desde el municipio y sus adláteres de años, aprovecharon esas debilidades convirtiendo una “derrota en las urnas” en una victoria en los escritorios y a espaldas a la gente, dando otro fortísimo golpe a la credibilidad y transparencia que entre tantos factores negativos en el país, han confluído desde tiempos inmemoriales, a la enorme decadencia argentina.

Lo sucedido en el Concejo Deliberante resultó un nuevo y sonoro atropello a los valores republicanos y democráticos. El pueblo fue burlado debido a la decisión que expresara en las urnas. Oficialismo y oposición desoyeron la voluntad popular y, mientras se lanzan culpas y reproches unos a otros, los pobladores, los vecinos de Exaltación de la Cruz no son ajenos a flagelos como la inseguridad, la pobreza, carencias sociales, una economía tan golpeada por la pandemia; y al mismo tiempo parecen aflorar nuevos nombramientos de funcionarios para agigantar la burocracia, entre otros avatares. Decisiones como las sucedidas en el HCD, indican dos realidades opuestas, la de los políticos argentinos y la de los argentinos. Nada nuevo.

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