UN DESASTRE.
Lo sufren y padecen los correntinos. El fuego arrasa con buena parte de la provincia, mientras argentinos de otras provincias siguen por los medios, el flagelo que sacude a Corrientes.
Mientras tanto afloran discusiones y cuestionamientos a autoridades por el manejo ineficiente de tamaño fenómeno, estimándose que además del gravísimo daño ecológico, las pérdidas estimadas ascenderían a 40 mil millones de pesos. El pueblo mientras tanto, solidario, se alinea solidario como en otras ocasiones, esta vez con los correntinos. Los políticos de nuevo, en su mundo.