EL SERVICIO ESENCIAL.

Databa desde años atrás, hasta que debido a la pandemia y al cierre de escuelas prolongado en demasía con los serios perjuicios que causó en los alumnos y familias, que aún hoy persisten, el colectivo que unía Capilla del Señor con la Escuela nº5 y el Jardín de Infantes de La Lata dejó de funcionar.

El transporte escolar parte a diario desde Capilla por la mañana trasladando alumnos de la ciudad y de barrios aledaños como Mburicá, totalizan unos 40 chicos aproximadamente, y por la tarde los regresa a sus hogares desde La Lata.

Como se informara, se anunció la reanudación del servicio; sin embargo surgieron inconvenientes, pudo saber este medio, debido a la falta de pago al transportista del lado del municipio y volvió a interrumpirse el funcionamiento del colectivo. El costo mensual a cargo de la comuna asciende, según trascendió, a 280 mil pesos.

Padres de alumnos plantearon los reclamos y consultas, a la vez que una comisión del Concejo Deliberante, integrada por los concejales Christian Alonso, Real Salas (ambos del oficialista FDT) y los opositores Ester Juncos (Juntos) y Gerardo Noriega (Cambiemos), trabajaron en el tema finalmente destrabado por lo cual, el servicio se reanudó y dos padres que van alternándose, acompañan a los chicos junto al chofer del micro por razones de seguridad y especialmente contención.

A la Escuela de Lata, verdadero bastión educativo exaltacrucense, más allá de unas opiniones divergentes, concurren 79 alumnos, de los cuales unos 15 son del paraje La Lata. El transporte escolar comenzó hace unos 20 años, por aquel entonces surgió la iniciativa de docentes como Mara Ponti y María Ester Noguera de Mahon (Pocha) propiciaron la convocatoria a más familias para que concurriesen alumnos, dado que existía el riesgo que fuera cerrada la escuela (alguna iniciativa política en el mismo sentido supo reiterarse años más tarde, sin éxito por suerte).

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