DESDE AQUEL 25 DE MAYO DE 1973. LUEGO DE LAS ELECCIONES EN EL PAÍS.

EPOCA ENTREVISTÓ A ELEONORA MIGLIARO, UNO DE LAS HIJOS DEL PRIMER JEFE COMUNAL SURGIDO DEL PARTIDO DEFENSA COMUNAL, LUIS MARÍA MIGLIARO.

Elecciones que catapultaron a la presidencia de la Nación, a Héctor Campora y a Vicente Solano Lima como vice, del Frente Justicialista de Liberación. Una nueva, crucial y cruenta etapa comenzó en el país, luego de los años en el poder de la junta militar que había tomado el poder, encabezada por el general Alejandro Agustín Lanusse.

El hecho histórico que supuso la ansiada recuperación de la democracia, dio paso a otro país que pretendió ser, sin conseguirlo. Consigna que para pesar de los argentinos, se ha mantenido hasta la actualidad; la historia lo ha reflejado con creces.

En Exaltación de la Cruz, había ganado las elecciones 50 años atrás Defensa Comunal, un nuevo partido, vecinal, fundado por pobladores, vecinos del distrito, que se ha prolongado hasta la actualidad, si bien con una idiosincracia política que con el paso del tiempo, se diferenció de aquella de los inicios.

Migliaro durante un acto como intendente.
Testigo muy joven de aquellos momentos trascendentes en la vida política de Exaltación de la Cruz, EPOCA habló con Eleonora Migliaro, uno de los tres hijos del matrimonio compuesto por Luis María Migliaro y Nelly Maceda, a modo de que contara y diera su visión sobre esos años también, muy polítizados en el terreno exaltacrucense.
Eleonora Migliaro, uno de los tres hijos de Luis María Migliaro y su esposa Nelly Maceda.
Como resultado de las elecciones del año 1973, resultó elegido intendente el candidato de Defensa Comunal (DC), Agustín Petrucelli. Sin embargo, dado que también había ocupado una candidatura a diputado nacional por el Partido Federal que encabezó como postulante a la presidencia Francisco Manrique, al resultar electo Agustín, el cargo de intendente de Exaltación de la Cruz debía pasar a ocuparlo el candidato elegido como primer concejal, en ese caso “Puchi” Morgan como todos lo conocían y vivía en Cardales”, rememora Eleonora Migliaro.
Sin embargo, sigue diciendo la conocida vecina, “la asunción como intendente de Morgan fue vetada en La Plata, ya que el no había nacido en el distrito ni en la provincia de Buenos Aires,.era cordobés. Entonces quien debía tomar el cargo era Mauriño, un hombre que trabajó en política y en la .municipalidad; pero no aceptó ser intendente. Entonces surgió el nombre de Luis María Migliaro, mi papá, elegido como tercer concejal por DC. Yo era chica, pero me acuerdo que hubo una reunión en lo de Agustín (Petrucelli) y le dijeron “tenés que asumir vos como intendente”, y el respondió levantándose de la silla y yéndose de esa reunión. Fue cuando Agustín le dijo a los demás, “quédense tranquilos, ya lo voy a convencer”.
“Papá no era político, era un “grande” -afirma con orgullo su hija al conversar con EPOCA- y con una gran visión a futuro. Además conocía muy bien el manejo del municipio, por haber sido secretario municipal de Petrucelli, y bueno finalmente aceptó y asumió el cargo de intendente. Lo ejerció varios años que vaya si fueron difíciles y muy duros en la Argentina, más aún luego que se produjera el golpe de Estado del ’76. No me olvido que llegó a nuestra casa en Capilla del Señor, un Jeep del Ejército con personal, mi madre y yo nos asustamos mucho. Pensamos que venían a detenerlo a papá; sin embargo, lo llevaron a la municipalidad para anunciarle que lo iban a ratificar en el cargo, ¡como olvidarme de esos momentos!”.

“Papá, Ponce de León, el intendente de Pilar y el que era intendente de Ranchos, fueron los únicos tres que continuaron en sus cargos, el resto fue remplazado, ya que no eran ni peronistas ni radicales, sino que habían asumido como intendentes en representación de partidos vecinalistas”, detalla y enseguida menciona, “siendo gobernador de Buenos Aires, el general Saint James, propuso a los 120 intendentes de entonces, la generación de nuevos hospitales, y en esa reunión los únicos que estuvieron de acuerdo y aceptaron  fueron el intendente Ponce de León de Pilar y mi papá. Así fue que entre los años 1977 y 1979, se avanzó con las obras en el Hospital de Capilla que era provincial y papá lo municipalizó. De esa forma lo que era un hospital de pueblo; con sólo dos salas generales, una para mujeres y otra para hombres, comenzó un gran cambio del que muchos se acuerdan aún hoy en día”.

El intendente Migliaro, entrega reconocimientos en un acto de fin de curso en el Instituto José Manuel Estrada de Capilla del Señor (foto gentileza Paul Nosdeo)

El desarrollo del Hospital de Capilla del Señor desde ese entonces con Migliaro como intendente, pasó a convertirse también en una de las principales prioridades para las gestiones municipales posteriores. Comenta su hija, “se  fue avanzando en las obras hacia un hospital más grande, con mayor capacidad para personas internados, con salas con dos camas y baño privado, un mayor equipamiento. Por suerte, con el paso de los años continuó creciendo luego de aquel gran puntapié inicial, contando con más médicos, personal y prestaciones médicas. Mi familia y yo siempre estaremos orgullosos de lo hecho por mí padre, y creo el pueblo también; una una muestra del reconocimiento a papá fue que le colocaran el nombre de “Luis María Migliaro” a la calle del hospital”, proyecto presentado por el concejal Adrián Salinas en el Concejo Deliberante.

Pone énfasis luego Eleonora Migliaro en el rol que mostró hacia Exaltación de la Cruz previo al terrible golpe militar del ’76, el vicegobernador peronista Victorio Calabró, quien era muy amigo del político cardalense Mussi, también justicialista y presidente del Concejo Deliberante en esos años. “Mussi tenía una muy buena relación con Calabró y eso ayudó, el vicegobernador se empeñó mucho para llevar adelante la realización de obras en nuestro distrito. El partido radical en el distrito ponía muchos “palos en la rueda” por esos tiempos, mientras que concejales peronistas como Arnoldo Lizarraga y Marcos Irigoyen entre otros, trabajaron junto a papá pese a ser de otro partido político, y así pudo gobernar y concretar las obras”.

No son pocos los vecinos que supieron vivir aquella década del ’70, y que recuerdan aún hoy las obras públicas concretadas durante la gestión de Migliaro al frente de la comuna. “Hasta el mismo intendente actual Diego Nanni me lo ha dicho –comenta la hija del extinto jefe comunal-, me ha comentado que hoy administra todo lo que papá realizó“. “No hay dudas que mi padre comenzó y finalizó obras muy importantes, que beneficiaron a más de una generación de vecinos; la instalación de la red de gas, la de de agua corriente, las cloacas a su vez que no costaron un centavo al pueblo”.

Agustín Petrucelli uno de los hombres que protagonizó muchos años la política local. A su derecha, Nelly Maceda, esposa del intendente Luis María Migliaro.

La historia indica que Luis María Migliaro se desempeñó como intendente municipal hasta 1981, “en realidad debió ejercer el cargo hasta el ’83, pero dos años antes Agustín (Petrucelli) digamos que se autoproclamó intendente y pasó a ocupar el cargo, celos; política; cosas de caudillo…de entonces, seguramente lo habrán llevado a tomar esa actitud. Por eso no me gustan nada los caudillos;  ni quiero caudillos hoy…Me he criado al lado de uno. Y es por eso que no quiero más!  En Exaltación de la Cruz tenemos  un  gobierno desde hace 30 años, y con personas que quieren tener todo bajo su dominio”. Y yo creo que eso NO VA MAS!”, enfatiza la hija de Migliaro.

El próximo 25 de mayo se cumplen entonces; 50 años de la asunción como intendente de Exaltación de la Cruz, del primero elegido en las urnas perteneciente al partido Defensa Comunal, “entre cuyos fundadores -menciona Eleonora Migliaro- estuvieron, Petrucelli, mi papá, los hermanos Curone, Pedro Sarri, los Lareu, entre otros seguramente”.

A 50 años de un trazo que perdura en la historia política exaltacrucense.

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