¿Quién toma el control del tránsito?
El Gobierno nacional, en sus últimas horas con facultades delegadas, eliminó la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), junto a la Dirección Nacional de Vialidad y la Comisión Nacional del Tránsito y Seguridad Vial (CNTySV), según anunciaron Federico Sturzenegger y Manuel Adorni en conferencia de prensa.
La ANSV, creada en 2008 tras la Ley 26.363 impulsada por Cristina Kirchner, centralizó licencias, campañas viales, registro de infracciones y coordinaba con la CNRT y Vialidad para reducir la siniestralidad.
Gendarmería asumirá los controles viales
Según Adorni, “la ANSV no podía controlar el tránsito sin apoyo policial”, por lo que ahora Gendarmería Nacional se hará cargo de inspecciones en 80.000 puntos anuales, un volumen de 2,5 millones de vehículos interdictados.
Nueva estructura: licencias y licitaciones fiscales
- La futura Agencia de Control de Concesiones y Servicios Públicos de Transporte fusionará funciones de CNRT y CNTySV, centralizando otorgamiento y control de rutas, trenes y transporte automotor.
- La Secretaría de Transporte pasará a manejar licencias, normas y prevención general.
- El INTI pierde independencia y se integrará a la Secretaría de Industria.
Motivos y críticas al desmantelamiento
El Gobierno argumenta que se trató de un proceso de desburocratización, centralización del control y eficiencia presupuestaria, estimando un ahorro de US$ 2.000 millones anuales .
Pero sindicatos y sectores técnicos alertan por los riesgos: la pérdida de campañas educativas, observatorio vial, datos estadísticos y gestión preventiva podría aumentar la siniestralidad.
Análisis profesional
- Cuidado con el vacío institucional: al eliminar los tres organismos, se concentran poderes en fuerzas de seguridad y agencias, reduciendo capacidad técnica y federal para políticas de seguridad vial.
- Control policial vs educación vial: que Gendarmería controle infracciones puede frenar la prevención pedagógica que antes realizaba la ANSV.
- Planificación vial en riesgo: sin dirección nacional de vialidad, provincias y municipios deberán cubrir fondos y diseño de rutas, lo que vulnera coherencia federal.
- Reto del sistema federal: la estructura creada en 2008 logró estadísticas más unificadas; su desaparición podría fragmentar datos e impida visibilidad real de siniestralidad.
La eliminación de la Agencia Nacional de Seguridad Vial subraya una mirada orientada a reducir el Estado y a confiar en la seguridad por fuerza, en lugar de la prevención participativa. El desafío inmediato será evaluar si la apuesta centralizada mejora controles sin comprometer campañas, observatorios y reducción de muertes viales.
