UNA HISTORIA DE VIDA, EN UNA ZONA MUY CALIENTE.
Es Santiago González, capillense; un día a la búsqueda sueños y objetivos, junto a su pareja Galit Celnik, tomaron una decisión que iba cambiar el rumbo de sus vidas. Resolvieron ir a vivir a Israel, convencidos, se instalaron, desarrollan sus actividades y hace 10 meses para consolidarlos aún más, nació Lío el hijo de ambos. Un revelador relato, a veces crudo, de como viven en Israel.
“Tengo 31 años, estoy en pareja con Galit Celnik que es israelí, ella vivió 12 años en la Argentina, hace 3 nos vinimos a vivir a Israel y el año pasado nació Lio”, cuenta Santiago a EPOCA. Vaya detalle, Santiago como otras mujeres y hombres de Exaltación de la Cruz, desde hace muchos años, se afincaron en distintos países, y porque no sean representantes de nuestro distrito en el mundo.
Santiago con el pequeño Lío.
Cuenta Santiago, “vinimos a vivir a Israel junto a mi pareja, ella vivió 12 años en la Argentina y bueno, lo pensamos y resolvimos. Sí, su familia vive acá y nosotros nos radicamos en el Kibutz Nir Oz, al sur de Israel; a unos 70 kms de Tel Aviv”.
A propósito de Tel Aviv, establecida en 1906, está considerada como el centro de la economía global de Israel, y como la capital cultural del país debido a su carácter cosmopolita y moderno y un importante centro de artes escénicas que junto a sus playas, cafés, tiendas de lujo y estilo de vida secular, la han convertido en un popular destino turístico. Eso sí. estudios revelaron que Tel Aviv esla ciudad más cara en el Oriente Medio y la 14ª más cara del mundo.
-¿A que se debió que vivan en el Kibutz Nir Oz?
-Cuando llegué al país quise vivir en Tel Aviv, pero es una ciudad activa con más movimiento; parecido a Buenos Aires. Por eso busqué un lugar más tranquilo para vivir, más parecido a Capilla del Señor mi pueblo. Por eso buscamos un kibutz para vivir. Un kibutz es una comunidad, se asemeja a lo que en la Argentina es un barrio cerrado.
–¿Cómo es tu vida, en que trabajas?
–Trabajo en la parte de producción y laboratorio de una empresa que hace de algas, un producto comestible sano y con muchas proteínas, se llama Mankai. Y bueno, estoy con mi familia, nos apoyamos mucho; soy fanático del fútbol, hincha de Boca!, lástima que no puedo seguir mucho los partidos por la diferencia horaria (6 horas más que el horario argentino), de todas maneras sigo todos resultados. ¿Si me hice hincha de algún club de Israel?, ja!; si, soy hincha del Macabi Tel Aviv, ¡tiene los mismos colores de Boca!.
-Santiago, ¿de que forma han vivido el reciente nuevo conflicto armado entre israelíes y sectores más radicalizados palestinos? Tomaban precauciones toman, como fue la reacción de la gente, tienen lugares para refugiarse, sintieron miedo, temor?
-Y lo vivimos más cercano, eso ocurre porque estamos al sur de Israel; todas las casas cuentan con una habitación protegida que es antibombas. En cuanto suena una alarma tenemos 15 segundos para entrar adentro de esa pieza. Sí!, es de película; por eso para la gente como yo que no estamos acostumbrados a cosas así nos da miedo. Por eso, durante los días del conflicto, armamos un bolso con ropa y algunas cosas y nos fuímos a un hotel cerquita del Mar Muerto, lejos del peligro hasta que todo terminó. La verdad, vivimos esos días con mucha tensión por nosotros y además, por amigos y familiares que quedaron en la zona más peligrosa.
-¿Estás al tanto de la actualidad en la Argentina, en tal caso visión tenes vos en particular?
-Mirá, del tema económico de la Argentina acá no se habla mucho; de lo que sí se habla es de la situación que vive la Argentina debido al coronavirus. Al momento los vuelos desde acá a nuestro país están cancelados, salvo emergencias, Israel está pendiente y se habla de una ayuda con vacunas que van a ser enviadas en estos días. En cuanto a como puedo ver yo las cosas, por lo que dicen familiares, la situación no es buena ni económicamente ni por la pandemia, la inflación en la Argentina no deja de crecer y hay mucha inseguridad.