Nota publicada en iProfesional.

El Banco Central (BCRA) dispuso, a través de la Comunicación 7407, que informó a las entidades y emisoras de tarjetas que desde ahora no se podrán financiar en cuotas las compras efectuadas a través de tarjetas, pasajes hacia otros países y servicios turísticos en el exterior.

Además, el BCRA precisó que “los pasajes de avión con destino dentro del territorio nacional se podrán financiar con tarjeta de crédito dentro de los programas de Ahora 12 impulsados por el Gobierno nacional”. Agregó que en la compra de boletos de avión “con destino al exterior se podrá financiar con tarjeta de crédito con una tasa de 43%”.

El nuevo cepo al dólar llega a 10 días de las elecciones y a semanas que se inicie la temporada veraniega, es decir, el momento en que se aceleran este tipo de contrataciones. Es un intento por frenar una salida importante de divisas por gastos turísticos en el exterior aunque las proyecciones hablan de una merma importante en la cantidad de residentes locales que optarían por veranear fuera del país, por el diferencial de costos y las dificultades para acceder al dólar.

La siguiente es la comunicación A 7407 completa que dio a conocer el BCRA:

La tasa de interés para estas operaciones ronda en un promedio del 43% anual. En el caso de pasajes y paquetes de turismo interno, los mismos se podrán comercializar a través del programa Ahora 12.

Según esta medida aprobadas por el directorio de la entidad, todos los servicios contratados con el exterior que se paguen con tarjeta deberán ser saldados en un único pago o financiados con la tasa del 43% fijada para el “pago mínimo” de los resúmenes.

La resolución prohíbe la aplicación de cuotas para el pago de servicios turísticos tanto a emisoras de tarjetas en forma directa como a través de plataformas de viajes, según lo establecido por la comunicación de la entidad.

Los problemas cambiarios son cada vez más complejos, algo que se refleja en un cepo cada vez más estricto.

“El nivel de reservas internacionales netas roza mínimos preocupantes. Su panorama no es alentador”, advierte a iProfesional Iván Cachanosky, economista de la Fundación Libertad y Progreso.

“Sin embargo, casi el 84% de ese monto no pertenecen al Banco Central. Por un lado, están los depósitos en dólares de los privados por un monto que ronda los casi u$s12.000 millones. Por otra parte, hay poco más de u$s20.000 millones correspondientes al swap con China”, alerta Cachanosky.

En resumen, según este experto, en total las reservas están compuestas de la siguiente manera:

-Depósitos de privados: u$s12.000 millones.

-Swap con China: u$s20.000 millones.

-Otros organismos internacionales (principalmente el BIS): u$s3.150 millones.

-Contrapartida contra el Tesoro por alrededor de u$s500 millones.

Al restar estos ítems a las reservas totales, surgen las reservas netas que cuenta el organismo para intervenir en el mercado.

Por lo tanto, descontando estos dos conceptos, sostiene que las reservas líquidas y de rápida disponibilidad son de “tan sólo” u$s800 millones.

“Está más que claro que ante una emergencia cambiaria, no hay margen para maniobrar con tan pocos dólares”, alerta este economista.

El Banco Central tiene reservas netas muy bajas, y eso preocupa al mercado.

El Banco Central tiene reservas netas muy bajas, y esa falta de dólares preocupa al mercado.

 

De acuerdo a la opinión de Pablo Repetto, director de la consultora GRA de Gabriel Rubinstein, las reservas netas líquidas (incluyendo los DEGs que se usan para pagos, pero excluyendo el oro), “al ritmo que vienen cayendo desde principios de septiembre, alcanzan para llegar con lo justo a la semana previa a las elecciones“.

Atrás quedó el recuerdo que, hacia mediados de septiembre, las reservas netas habían escalado a los u$s10.000 millones. Cifra que se esfumó rápido porque ese mes hubo que abonarle al FMI una cuota del pago de la deuda, por lo que se redujeron al nivel mencionado de u$s 7.000 millones.

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NO HABÍA ANTECEDENTES

Dentro del amplio muestrario de restricciones cambiarias que registró la Argentina de los últimos 20 años, prohibir la venta de un pasaje al exterior en cuotas representa una medida extrema de la que no había antecedentes y que refleja los temores del Banco Central en cuanto a sus reservas

La oportunidad de la medida no es casual. Se celebraba (26/11) el “Black Friday”, la tradicional jornada de descuentos de toda clase en Estados Unidos que, como es habitual, tiene una versión argentina que incluye a los paquetes turísticos. Por tal motivo, muchos mayoristas de viajes y plataformas digitales que ofrecen pasajes y hoteles habían lanzado múltiples ofertas, incluyendo muchas de hasta 12 cuotas sin interés. La apertura de fronteras en todo el mundo hacía prever una fuerte jornada de ventas de pasajes al exterior, tal como señaló InfobaeEl Banco Central salió a impedir esas ventas y lo hizo de la manera más terminante.

La Comunicación A7407 del Banco Central, publicada hoyLa Comunicación A7407 del Banco Central, publicada (25/11)

“La adquisición de pasajes de avión con destino al exterior se podrá financiar con tarjeta de crédito con una tasa de 43%, según una disposición del BCRA”, señalaron desde el Central. Esa tasa es la máxima permitida por el Banco Central para el pago mínimo de los saldos impagos en tarjeta de crédito hasta $200.000 por tarjeta. Ese monto, tomando la cotización del “dólar solidario” (el tipo de cambio minorista con la carga de impuestos del 65%), equivale a USD 1.140, una cifra moderada para contratar un viaje en el exterior. El monto de $200.000 fue dispuesto en enero de este año, no fue actualizado y desde entonces se acumuló una inflación del 41,8%.

Si el saldo a financiar en el resumen es superior a $200.000, no hay tope en la tasa de interés que puede cobrar la tarjeta, por lo que la financiación será muy costosa. De este modo, los servicios turísticos en el exterior tendrán esta inhibición particular para no ser vendidos en cuotas y la única vía de financiamiento que tendrán será la proporcionada por la propia tarjeta de crédito, algo que los consumidores suelen evitar.

Una fuente del Banco Central sugirió que “los bancos seguramente ofrecerán líneas de financiamiento para estos pasajes, como un crédito personal”. El costo de ese financiamiento, en determinados bancos, puede ser aún superior. “Las personas que en este contexto internacional de pandemia viajan por turismo se asume que tienen una capacidad de ahorro o de acceder a líneas de financiamiento”, agregó la fuente.

Muchos mayoristas de viajes y plataformas digitales que ofrecen pasajes y hoteles habían lanzado múltiples ofertas en cuotas por el Black Friday. El Banco Central salió a impedir esas ventas y lo hizo de la manera más terminante

Al mismo tiempo, el BCRA aclaró que “los pasajes de avión con destino dentro del territorio nacional se podrán financiar con tarjeta de crédito dentro de los programas de Ahora 12 impulsados por el Gobierno nacional”.

La medida golpea de lleno a las empresas de viajes y las líneas aéreas, justamente en el momento en que, más allá del Black Friday que se realiza mañana, comienzan a planearse los viajes de la temporada de verano y se levantan las restricciones sanitarias para trasladarse de un país a otro. Desde ese sector podrían incluso poner en duda la legalidad de la decisión. “La prohibición de compra de pasajes para viajar al exterior y de otros gastos de viaje implica una restricción irrazonable y desproporcionada al derecho de salir del país y de la libertad de tránsito. Se trata de una limitación anticonstitucional y anticonvencional”, señaló en su cuenta de Twitter el constitucionalista Daniel Sabsay.

Reservas en riesgo

Las razones que llevaron al BCRA a tomar esta medida son más que evidentes: la necesidad de desalentar que salgan dólares del país y así se sigan debilitando sus reservas, frente a la incertidumbre que genera el demorado acuerdo con el FMI. Aún dentro del amplio muestrario de restricciones cambiarias que registró la Argentina de los últimos 20 años, prohibir la venta de un pasaje al exterior en cuotas representa una medida extrema de la que no había antecedentes y que refleja los temores del Banco Central en cuanto a sus reservas.

Tener una brecha cambiaria superior al 100% entre el dólar oficial y el dólar libre o “blue” tiene su costado más negativo en el turismo. De todas las actividades económicas es la menos conveniente en términos de balance cambiario. Y en ambos sentidos. Cuando los argentinos viajan al exterior y utilizan su tarjeta de crédito pagan un dólar “subsidiado”, al precio oficial más los impuestos, que incluso pueden ser parcialmente recuperados.

Por el contrario, cuando los extranjeros vienen a la Argentina, no siempre ingresan sus dólares por el circuito formal: sabiendo que conseguirán $200 pesos por cada dólar si lo cambian en un comercio o en su hotel, ¿por qué desaprovecharían la oportunidad pagando con su tarjeta y recibiendo solamente $100?

Esa ecuación desfavorable que combina la brecha cambiaria con el turismo sirve además para entender la inestimable ayuda que las restricciones sanitarias le prestaron al BCRA. Sin viajes al exterior, los gastos en dólares con tarjeta llegaron a un piso bajísimo. Según el Balance Cambiario de septiembre, el último publicado, esos gastos en moneda extranjera fueron de solamente USD 149 millones. La apertura de las fronteras y el menor temor a los contagios seguramente iba a generar un fuerte incremento de esa suma que el Banco Central busca desalentar.

 

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