TEMAS VITALES. PARA LEER Y SEGUIR TOMANDO CONSCIENCIA
NATURALIZACIÓN DE LAS DROGAS.
Por Pablo J. Roca.
Consejero en Salud Mental especializado en Adicciones.
Instagram: pablojavierroca/ centro_entre_pares.
“Me tomo un cuartito y duermo perfectamente…”. En todos los ámbitos, vamos agregando costumbres que justamente se naturalizan en la repetición hasta que la convivencia con ellas, pasa a ser lo normal, lo frecuente.
Más allá de lo que significa una droga lícita o no, y lejos de estar reñido con la medicina, en los usos y costumbres radica la manera en que las drogas conviven con nosotros o nosotros con ellas, si se me permite que el humano pase a estar en un primer plano. Seguramente el sistema de vida que tantas veces se manifiesta agresivo y arremetedor, implica tal grado de excitación mental que a la hora de conciliar el sueño, resulta traumático el encuentro con el mismo. “Me tomo un cuartito…” manera ágil y eficaz de transitar siquiera el más rápido proceso de insomnio.
Hace poco tiempo, una de mis hijas me contaba asombrada el saber de sus amigas de siempre, a la hora de compartir pareceres sobre la mejor manera de conciliar el sueño de manera rápida. Marcas, componentes, efectos, efectividad, todos elementos importantes para realizar la mejor elección de la droga más eficaz, lejos en muchos casos de contar con la recomendación (léase receta médica) de un especialista.
Instalado ya este mecanismo y sé que nada descubro, el desarrollo de esta rutina hasta llegar al punto irreversible que se convierta en dependencia, significa el desenvolvimiento mismo del camino hacia la adicción. Seguramente dentro de las alterativas existe la posibilidad de incorporar algún método de meditación, por ejemplo, comprobado “remedio” en cuanto a su eficacia y valía, PERO con la alternancia de ser menos veloz su efecto y seguramente más trabajoso aunque incuestionablemente más sano.
Un cambio de hábito, es recomendable incorporando quizás otro tipo de alimentación, deportes, maneras de esparcimiento, distracción, que nos saquen de esa rutina peligrosa de recurrir a una droga sintética, y del eje de su utilización que, obviamente es la necesidad de la inmediatez del resultado.
Ese “cuartito” es el equivalente al “porrito” también a la “cervecita” y al ser usadas de manera social, muchas veces minimizamos la convivencia con las drogas (legales o ilegales, repito), con el riesgo que el uso conlleva a la naturalización de todas.