BUENA GENTE.
Tristeza, pesar, dolor, ha causado el fallecimiento de Marita Barletta. Su documento indicó que se llamaba María Angélica, sin embargo su nombre quedó perdido en el camino. Siempre fue Marita para todos, para sus familiares, los tantos amigos que supo cosechar, vecinos, compañeros de trabajo (vivía en forma casi permanente en Buenos Aires donde se desempeñó en la empresa Ovobrand S.A).
Su salud desde muchos años atrás le hizo atravesar muy duras pruebas, sin embargo, siempre muy cuidadosa y cargada de fe y ganas de vivir, con el respaldo de médicos, de sus sobrinos y el de su grupo inquebrantable de amigas de toda la vida (Eleonora Migliaro, María Inés Salinas, Maria Eugenia Costantini, Graciela Ojuez su compañera de escuela desde primer grado, entre otras), supo salir adelante. Sin embargo, el paso de los años, puso en jaque a su débil corazón, su salud se resquebrajó y pese a que la solidaridad hizo que le llegara el corazón para su trasplante, no fue suficiente y murió el 29 de abril último.
Cuando una persona fallece se la suele evocar y recordar con sentidas palabras. Por eso en tal sentido, vale la pena reflejar la sentida publicación de la empresa Ovobrand en el diario La Nación, ante el fallecimiento de Marita Barletta.