TEMAS CANDENTES.

Por Pablo J. Roca. (11 3572 4612). Consejero en Salud Mental especializado en Adicciones.
Acompañante Terapéutico Especializado en Adicciones. Especialista Par.

Instagram: pablojavierroca/ centro_entre_pares.

 

 

Es recurrente que reciba consultantes enviados por terceros, que tienen algún allegado, pariente o amigo que a su vez tiene un ser amado cercano con problemas de drogas. Por lo general, vienen recorriendo diferentes espacios ya y lamentablemente no dieron aún con la solución. Vayamos al caso típico de una mamá cuyo hijo ya inició alguna vez tratamientos con respecto al uso problemático de drogas. Períodos de internación en alguna Comunidad Terapéutica, Psiquiatría (Medicación), Terapia Psicoanalítica, Grupos de Ayuda Mutua (Programas de 12 Pasos, Narcóticos Anónimos, Alcohólicos Anónimos). La lectura de esa mamá es que nada sirvió ya que su hijo, consiguió tener períodos de abstinencia pero volvió al uso de drogas. Desde mi experiencia personal, jamás haría esta evaluación sabiendo que los procesos son largos y tienen idas y venidas pero justamente, esta característica es parte del proceso. Lo llamativo y ya debería haber perdido yo la capacidad de asombro, es la resistencia a contar la realidad del caso siendo menester hablar del uso del alcohol pero de a poco y en la profundidad de la charla ya, aparecen otras sustancias, cocaína o marihuana lo más común pero bien separadas del alcohol, droga socialmente permitida desde lo legal principalmente y desde lo usual también si bien la marihuana va peligrosamente por el mismo camino.

Esta mamá cuya profesión es la de cardióloga cirujana, vive doblemente presionada por su actividad relacionada con la salud y la estigmatización de su entorno y de ella misma que le dice CÓMO JUSTAMENTE VOS NO TE DISTE CUENTA!!! Como si su profesión la mantuviera exenta de la posibilidad de tener un hijo adicto.

La OMS (Organización Mundial de la Salud) no reconoce cuál es el origen de la enfermedad de la Adicción y si bien diferentes investigaciones abrazan diferentes teorías “a ciencia cierta”, aún nadie dio en la tecla justa. Yo abrazo la teoría de que es una enfermedad incurable pero que sí, LA RECUPERACIÓN ES POSIBLE y QUE LA ALTERNATIVA ES VIVIR EN RECUPERACIÓN. Insisto en que la falta de naturalización de esta enfermedad nos juega en contra y al no haber campañas de atención y menos de prevención vivimos inmersos en la vergüenza aún cuando en nuestro propio ceno familiar aparece un componente con esta dolencia. TODOS sabemos del avance que la droga tiene en estos últimos años pero cuando me toca hablar de ello porque mi hijo y yo estamos sufriendo este flagelo, lo escondo.  Lejos estoy y debo aclararlo de señalar a la mamá que no puede hacerlo, muy por el contrario invito a que ella también encuentre sus espacios de contención porque claramente está sufriendo y mucho.

Existe un viejo dicho que reza, UNA ALEGRÍA COMPARTIDA ES DOBLE ALEGRÍA y UNA PENA COMPARTIDA, ES MEDIA PENA. Desde mi experiencia personal siempre voy a insistir en que la identificación es imprescindible. La mejor compañía para un adicto es otro adicto (obviamente siendo el vínculo la recuperación) pero para esa mamá, la mejor compañía será otra mamá que sepan ambas lo que sienten, cómo viven su situación, cómo actúan sus hijos y lo que provocan en ellas.

Quien me derivó a esta mamá, me aclaró que ella nada entiende del tema, que tampoco le interesa porque Gracias a Dios su hijo no tiene problemas con drogas. Claramente lo que sí le interesa es ayudar a su amiga y al hijo de esta y esto es maravilloso, ahora bien, yo sí invito a que nos interioricemos sobre drogas y sus características. Sepamos mínimamente los efectos primarios, si una vista irritada corresponde a haber fumado un “porro” o si una pupila dilatada es factible de haberme “tomado un saque” de cocaína (haberla aspirado).

Más allá de si la droga entró en mi casa, sepamos que hace rato que entró en muchas casas, que hace años convivimos con ellas, que hace mucho tiempo (demasiado ya) entró en nuestra sociedad sin diferenciar clases sociales, educación o características particulares de cada uno de nosotros. Hace mucho que naturalizamos frente a un hecho delictivo eso de que Y…SEGURAMENTE ESTABAN DROGADOS. Es factible que detrás de ese delincuente haya un enfermo adicto y que quede claro, no lo eximo de lo punible de sus actos, pero también es posible que haya detrás de él una mamá que no sepa cómo expresar su dolor, ni saber a dónde recurrir y que se sienta avergonzada por lo que está viviendo. Otra mamá en sus mismas condiciones será quien mejor sepa qué se siente y quizás solamente por un segundo sientan algo de paz, la paz que da la comprensión.

 

Dejá una respuesta