LA GOBERNACIÓN INFORMÓ.

Desde marzo la provincia de Buenos Aires hizo seis obras de infraestructura sanitaria por semana, fue cuando comenzó el aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia de coronavirus. Representó una inversión diaria de 23 millones de pesos para atender esa emergencia.
La información se desprende de un informe del Ministerio de Infraestructura en donde se detalla que desde el 20 de marzo pasado, la administración de Axel Kicillof, llevó a cabo 125 obras para atender el Covid-19 por un total de 3600 millones de pesos.
Los trabajos contemplaron la ampliación y remodelación integral de 14 servicios de guardia y emergencias por 1.396.963.910 de pesos; la intervención en 97 centros de atención primaria de la salud (CAPS) por 1.223.330.569 de pesos y la puesta en valor de 14 hospitales por por 1.010.584.982 de pesos.
En ese sentido, el gobernador Kicillof dijo que “se hizo una gran inversión en obras, insumos e incorporación de profesionales”, lo cual, “en el marco de la pandemia, era necesario y urgente porque es lo que nos está permitiendo salvar vidas”.
“El aislamiento temprano que decidió el presidente Alberto Fernández fue fundamental porque nos dio el tiempo necesario para ejecutar en tiempo récord todas las obras que veníamos proyectando”, agregó el gobernador Kicillof.
“En marzo nos propusimos multiplicar las camas de terapia intensiva en toda la Provincia. Si no hubiéramos hecho todo este esfuerzo, hoy el sistema de salud estaría saturado”, expuso el mandatario. Evaluó que “veníamos de una situación muy deteriorada pero trabajamos junto al Gobierno nacional y los municipios contrarreloj y sin descanso para revertir ese panorama”.
En los hospitales provinciales se hicieron tareas como la construcción y puesta en valor de consultorios externos, áreas de obstetricia, internación, maternidad, neonatología, refacciones en quirófanos, adecuaciones eléctricas y nuevos espacios de rehabilitación.
Hospitales como el Balestrini en La Matanza; Pedro Fiorito, en Avellaneda; Manuel Belgrano y Eva Perón, en San Martín; Alejandro Korn y Ludovica en La Plata; Héroes de Malvinas, en Merlo; Oñativia, en Almirante Brown y Vicente López y Planes, en General Rodríguez, son algunos de los establecimientos en los que se hicieron los trabajos.
En tanto, en las guardias se llevaron a cabo ampliaciones y remodelaciones del servicio, con mejoras en las áreas de emergencia, de pediatría, diagnóstico por imagen, anatomía patológica, accesos, climatización y conexiones eléctricas.
Esas remodelaciones se realizaron en el Penna de Bahía Blanca, en el Blas Dubarry de Mercedes, en el Paroissien de La Matanza; en el Abraham Piñeyro de Junín; en el Artuto Oñativia de Almirante Brown; en el Héroes de Malvinas de Merlo; en el Rossi y Gutiérrez de La Plata; en el hospital de Lobos; en el Argentina Diego de Azul; en Mariano y Luciano de la Vega en Moreno; en el Julio de Vedia de 9 de Julio y en el Larrain de Berisso.
A la vez, los trabajos en los CAPS implicaron la construcción y remodelación de consultorios, áreas de enfermería, de farmacia, depósitos, office, Salones de Usos Múltiples (SUM) y entradas de ambulancias, así como tareas de mantenimiento de la red eléctrica y cloacal, pintura e instalación de aires acondicionados.
Pila, Quilmes, Almirante Brown, Lomas de Zamora, Moreno, Morón, San Miguel, Ezeiza, Brandsen, San Martín, Hurlingham, y Lanús, fueron los CAPS en los que se trabajó.
“El aislamiento temprano que decidió el presidente Alberto Fernández fue fundamental porque nos dio el tiempo necesario para ejecutar en tiempo récord todas las obras que veníamos proyectando”, destacó el gobernador.
Sostuvo luego que “la pandemia cambió todas las prioridades, pero aún en el peor momento seguimos trabajando, inaugurando centros de salud, incorporando insumos de protección, camas y respiradores”.
De hecho, de acuerdo al informe, en estos meses un total de 1.250 nuevas camas de terapia intensiva fueron incorporadas en toda la provincia por un total de $334.987.500; 1.099 respiradores con una inversión de $1.785.875.000; 11.421.665 barbijos quirúrgicos por $296.963.290 y 464.635 barbijos N95/KN95 por $922.927.000.
En paralelo, se adquirieron 1.808.166 equipos de protección personal como camisolines, botas, cofias y mamelucos por $410.794.542; 655.078 guantes por $249.528.120; 617.716 máscaras y gafas por $185.209.776; 602 monitores multiparamétricos por $192.579.800 y 1.007 bombas de infusión por $88.776.113.
Esos insumos médicos fueron distribuidos por la Dirección de Vialidad a hospitales y unidades de pronta atención (UPA) de municipios del conurbano y el interior desde que comenzó la pandemia de coronavirus en 750 viajes por más de 110 mil kilómetros.
“El sistema de salud forma parte de la vida cotidiana de cada vecino y vecina gracias a la presencia permanente y cercana del Estado”, señaló el mandatario e indicó que “la salud es un derecho y la pandemia ha puesto de manifiesto que en muchos lugares de la Provincia, si no está el Estado no hay nada”.
Opinó luego que “se necesita un Estado presente que desde abajo hacia arriba y con políticas públicas, construya las soluciones para salir de situaciones de desigualdad que existen hace décadas”.
Sin embargo, el gobernador insistió en que “aún es tiempo de mantener las medidas preventivas, el distanciamiento social y evitar salidas innecesarias” y subrayó que “la responsabilidad y el esfuerzo de las y los bonaerenses nos permitió llegar hasta acá, pero no hay que relajarse”.

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