EN PRIMERA PERSONA.
Los testimonios de los pacientes que van superando al Covid-19, pueden ayudarnos a comprender la cruda situación que les ha tocado vivir, cuáles han sido los síntomas padecidos, cómo afrontaron tan cruda enfermedad que conmueve al mundo con devastadoras consecuencias. Sin duda, conseguir recuperarse a cualquiera de pudo contagiarse, arroja una dosis importante de esperanza y fe para superar el momento que nos toca atravesar hace un año y medio que, lamentablemente, será tristemente inolvidable.
Escuchar a los que superaron al Covid, puede resultar duro, sin embargo un testimonio luego de tamaña vivencia, puede ayudar a conscientizar a muchos, demasiados quienes aún pese a las trágicas consecuencias, no se han mentalizado como resulta imprescindible. EPOCA conversa con Jorge Trejo. “Coco”, conocido vecino, Locutor Nacional, de 45 años, narra en primera persona el duro camino recorrido tras contagiarse de coronavirus por lo que estuvo internado en el capillense Hospital San José.
-Coco, ¿cómo te encontrás?, has atravesado acaso el peor momento de tu vida.
-Ahora estoy bien luego de que un mes atrás comencé con síntomas, afortunadamente ya llevo una vida bastante normal. Me encuentro mejor, sigo las indicaciones médicas, además del seguimiento telefónico. Medieron el alta médica el 5 de julio y he comenzado la etapa de rehabilitación.
¿Cómo te contagiaste?
-El pasado 8 de junio, me empecé a sentir mal; tenía mucho frío y notaba cierto malestar; me acuerdo que esa noche tuve fiebre y perdí el olfato. Al despertar, me fuí al Hospital donde me hisoparon, y el test rápido dio resultado positivo. ¿Cómo me contagié?, no lo sé. En todo este tiempo he sido muy cuidadoso, y traté cuanto he podido en mantener en mi ámbito laboral y personal los cuidados necesarios. Ese mismo día, luego de una tomografía que mostraba una pequeña infección en el pulmón izquierdo, me medicaron y me indicaron las primeras pautas: debía quedarme en mi casa, tomarme la temperatura, la saturación de oxígeno y estar en contacto telefónico con la Dra. Mercedes Nano, para comunicarle cualquier cambio en mi evolución. Ese día comencé a decaer; me dolía mucho la cabeza, empecé a tener fiebre, a sentirme muy cansado y el cuerpo con sensación que dolor.
¿Cómo tomaste la noticia de tu resultado positivo?
-Fue un mazazo. Aún no me encontraba demasiado mal, los primeros sentimientos que tuve fue de culpa y temor de haber contagiado a mi familia. La idea de haber podido contagiar a alguno de mis seres queridos me superó; de hecho, mi hija Micaela y mi nieta Maite, también dieron positivo y lo transitaron de manera leve. A su vez, mi hija chiquita Emma y mis padres no se contagiaron. Cuando pasé esos momentos de incertidumbre, y vi que mis seres queridos estaban bien, me pude enfocar en mi.
-¿Tus síntomas empeoraron?
-Y sí; lo tengo todo registrado en mi mente. Desde el martes 8 hasta el jueves 10 no me bajó la fiebre, sufrí dolores de cabeza y malestar. Me sentía débil y no hacía otra cosa que dormir. Lo bueno fue que en ningún momento tuve tos ni dificultad para respirar. El mismo 10 de junio, después de otra consulta médica y nuevamente una tomografía, el médico decidió mi internación, la neumonía ya era bilateral. Estuve internado en la cama 56 del sector Covid, jamás en el resto de mi vida lo voy a olvidar!. Como tampoco me olvidaré de agradecerles de corazón a las enfermeras Mayra, Nuri, Daiana, Marisol, Candela, Cristina, Danila, Natalia, Carina, Melina y Estefanía, y a Ana y Amalia las chicas de limpieza. Y desde ya, a los doctores María Mozze, Juan Pablo Caminos, Vanessa, Fiorella, Ariel Enjuto, Alejandro Domenech, y a su vez al personal de cocina y el resto del personal del Hospital San José. La verdad dejan el alma, te cuidan y contienen mucho. Los ví llorar y sonreír ante los estado de los pacientes, conmueven con su vocación y humanidad en todo momento.
-El personal de la salud en Exaltación de la Cruz como en la Argentina y el mundo, son los verdaderos héroes…
-Mirá, para los internados por Covid, la esperanza no tiene rostro, apenas se le pueden ver los ojos a médicos, enfermeras y todo el personal. Nadie que pasa por el área Sector C Área Covid del Hospital San José, destinada a pacientes con coronavirus, conocerá que ahí adentro, hay caras protegidas de sus médicos o enfermeras y de quienes limpian las habitaciones. Como hemos visto en tantas películas, los que ingresan a las habitaciones lo hacen ataviados con sus equipos de bioseguridad con barbijos, capucha, cofia, anteojos protectores, visores, mamelucos, bata, guantes y cubrecalzados, quedan irreconocibles. Todos entran a las habitaciones casi en silencio, respetando el ejercicio de respirar, cada mañana los médicos atienden clínicamente a sus pacientes, las enfermeras toman muestras de sangre, veces directo desde una arteria, para saber la oxigenación en ese momento, además la presión, temperatura, ajustan el suero, y aplican los medicamentos que reciben cada paciente.
-Desde el punto de vista del paciente, ¿cómo considera la labor del personal de salud?
-La atención en el hospital es muy humana, muy cálida. A mi me alivió en parte la sensación de soledad que podés tener al no ver a tu familia. Por suerte con mi compañero de habitación Eduardo vecino de los Cardales, pudimos interactuar y acompañarnos en todo momento. Las personas que nos atendían eran muy cercanas y amables. Su trato siempre fue muy positivo, alegre, desde los doctores y enfermeras hasta las personas de limpieza, el llamado diario o mensaje de Omar o la pasada por la ventana y escuchar el “vamos Coco” de Esteban, demuestran la calidad de seres humanos que tenemos en salud. Se los agradeceré por siempre.
-¿Como fue tu tratamiento cuando estuviste internado?.
–Mmm, muy completo y duro a la vez, me pusieron anticoagulantes, corticoides, antivirales y antibióticos, me hicieron análisis de sangre, además la analítica diaria y ayuda de oxígeno para respirar en algunos días, así transitó mi internación, hasta que me aplicaron un tratamiento con Tocilizumab, y me salvaron la vida. Agradezco la decisión tomada por el intendente Nanni para conseguir el medicamento, así como de las autoridades de salud del distrito y la Dra. Nano. Luego de la aplicación, gracias a Dios, empecé a mejorar, ya no necesite oxígeno, mi estado de ánimo mejoró, la incertidumbre fue desapareciendo así como mi malestar general, ya no me dolía respirar, y así finalmente salí del hospital el martes 22 de junio, y de acuerdo con el tratamiento indicado debí hacer reposo hasta el 5 de julio.
–¿Que es el Covid, Jorge?
-El Covid no es un invento, no es una broma; existe, es real y muy cruel. En mi caso, gracias a Dios, pude vencer al Covid en cambio otros no pudieron y me duele mucho. En los últimos días falleció otro vecino, Gustavo Grimaldi y me dolió de verdad enterarme de su muerte, todo esto que nos toca atravesar es muy, muy doloroso. A Gustavo también le hicieron el tratamiento que aplicaron en mi caso, pero por desgracia no consiguió salir. Me hace mal hablar de esto, prefiero no seguir. Sólo puedo decir que vayan mis respetos a quienes perdieron un ser querido. Nosotros debemos seguir en esta batalla, con más fuerza y más cuidados, y en memoria de los que ya no están. Sin dudas que contagiarte de Covid y superarlo, representa un antes y después en la vida de cada uno que lo padecimos. Por eso repito, agradezco todos los gestos, llamados, mensajes recibidos así como por parte de mi familia, mis hijas y nieta. Quiero que sepan todos, que me han ayudado en momentos de gran incertidumbre con cada palabra, cada momento de oración y la energía positiva que me hacían llegar, como dije en algún momento, valoro muchísimo esos gestos lo mismo que los de tanta gente que se puso a disposición, entre tantos, compañeros de trabajo, a todos solo decirles GRACIAS con mayúsculas.
–¿Sentiste miedo?
-Sí. Más que por mí, por toda la gente a la que había visto antes de saber que me había contagiado con el el virus. Fue horrible, muy angustiante pensar que pude contagiar a otros sin saberlo.
¿Hablemos del cambio de ver la forma de vida?
–La verdad es que me considero una persona empática, solidaria y poco egoísta, que piensa en su entorno y en quienes me rodean. En este sentido no creo que haya cambiado mucho, pero quizá sí me tomo el día a día de otra manera. No sé si será por la reclusión, pero percibo que hago las cosas con más calma; no voy tan deprisa y si no me da el tiempo para terminar algo, no me preocupo; ya lo haré. Aprendí a valorar cada momento, les dije a mis amigos, familia que esta etapa de ahora en más para mí se llama “Felicidad“.
-¿Qué les decís a quienes se toman a la ligera al Covid 19?
–¡Que colaboren, que sigan las recomendaciones de los médicos. No se trata de algo que solo afecta a una persona; nos afecta a todos y nos estamos jugando mucho, la vida ni más ni menos. Por eso es fundamental que todos nos involucremos si queremos salir de esta situación terrible. Veo que hay gente muy egoísta y por respeto al dolor de quienes han perdido a un ser querido, deberían actuar mas que con la lengua, con la razón.
-¿Qué es lo primero que harás cuando estés de alta?
-Sentir el lujo que es la emoción de salir y caminar, sintiendo la brisa en tu cara, y cuidarme mucho, hacer la rehabilitación y cumplir con todas las indicaciones médicas. Y me permito un consejo para mis vecinos: no dejen de cuidarse, no subestimen al virus. Eso se trata de cuidar a los demás, sobretodo a quienes más queremos. Esto, aún, no termina...