UN MOMENTO CRUCIAL.

La Argentina es cada vez más «frágil» ante cualquier conflicto internacional. En medio del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, persisten preguntas, como por ejemplo, en que punto se encuentran las negociaciones con el FMI, cuando se concretaría el acuerdo (podría ocurrir en la semana) y el impacto que tendrá en la economía del país y en la gente.

El foco económico de la Argentina en la actualidad está puesto en el acuerdo con el FMI, el gobierno necesita cerrarlo para poder pasar el vencimiento de marzo. Sin embargo, el contexto internacional dificulta una vez más las negociaciones. Es necesario recordar que en 2001, Domingo Cavallo, por entonces ministro de Economía, había anunciado que se había acordado con el FMI; pero con la caída de las torres gemelas en Nueva York, quedó en la nada.

“Argentina es un país muy frágil”

Pasando al sector agro, están a la orden del día las subas de los precios internacionales de los alimentos, lo cual podría ser un punto a favor para el ingreso de divisas. Sin embargo, también tendrá un punto en contra para los precios en las góndolas. En cualquier momento se van a traducir en un aumento de precios. José Castillo, columnista económico, aseguró: «Hoy subió el precio del aceite en los mayoristas».

Otro de los focos colocado en el incremento de los precios del gas y petróleo, lo cual jugará en contra a la Argentina, ya que son productos importados. En el tema intereno, otro de los problemas son los subsidios sobre las facturas de los servicios públicos, si se cumple el acuerdo, no se pueden incrementar los subsidios. Así el aumento recaerá sobre el bolsillo de los argentinos.

«Para cerrar un acuerdo este se transformó en el peor escenario», afirmó Castillo en diálogo con FRECUENCIA ZERO. La endeblez de Argentina en cuanto al contexto internacional se debe, en gran medida, a la restricción externa y el endeudamiento. Ahora bien, la gran incógnita es si la reunión del FMI para cerrar el acuerdo se va a llevar a cabo.

 

La reducción de subsidios y la consecuente suba de tarifas

El recorte de los subsidios económicos explicará aproximadamente el 60% del menor gasto para bajar el déficit en términos del PIB. El mayor impacto se sentirá en el AMBA, región mayoritariamente beneficiada hasta hoy.

Para el 2022, el Gobierno había previsto un déficit fiscal primario de 3,3% del Producto Interno Bruto (PIB), pero ahora acordó con el FMI que será del 2,5%. Pasaron cinco meses de aquella primera proyección y en el medio el crecimiento de la economía fue mayor al esperado.

Señal de lo que viene y del disgusto que esto le genera a la pata cristinista del Frente de Todos es el silencio que sus exponentes hicieron notar tras el anuncio del presidente Alberto Fernández; el jefe de Gabinete, Juan Manzur; y el ministro de Economía, Martín Guzmán.

¿Ministro Guzmán, prevén algún tipo de cambios en la política de subsidios energéticos respecto de lo anunciado a fines de 2021?, consultó el diario Clarín en la conferencia de prensa de este viernes. “No, se sigue con lo anunciado”, fue la respuesta escueta del funcionario.

Minutos después, el Fondo Monetario emitió un comunicado en el que señala: “Acordamos que una estrategia para reducir los subsidios a la energía de manera progresiva será fundamental para mejorar la composición del gasto público”.

En concreto, lo que se acordó fue avanzar con la reducción de subsidios por la vía de la segmentación de tarifas de gas, electricidad y agua, para lo que el Gobierno ya cruzó datos de 17 millones de personas.

El Gobierno había anunciado que en 2022 aplicaría aumentos del 20% en las tarifas eléctricas. Lo que no se dijo en ese momento es que ese es el techo para los sectores vulnerables. Los hogares y sectores más pudientes afrontarán alzas mayores.

También habrá un sinceramiento más acelerado del que hubiera querido el kirchnerismo de las tarifas del transporte. Pero se sostendrá el programa de “Tarifa Social”, que hoy otorga un descuento de hasta el 55% para viajar a los sectores vulnerables.

Esa tarifa social beneficia a más de diez millones de personas en todos los distritos donde funciona la tarjeta SUBE: Área Metropolitana de Buenos Aires y casi 60 grandes aglomerados urbanos. Entre esas jurisdicciones aparen Mendoza y San Rafael.

 

Fuente: nota publicada en pluralnoticias.ar y rionegro.com.ar

 

 

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