En 1997, cuando jugaba en Boca Juniors, lo que más odiaba Diego Maradona era la rutina diaria de entrar y salir de los entrenamientos: una horda de periodistas se abalanzaba sobre su auto para obtener una foto, una declaración o un gesto del Diez. Maradona le había declarado la guerra a la prensa: en 1994 le había disparado con un rifle de aire comprimido a un grupo de periodistas y, a la salida de esos entrenamientos, más de un reportero se había quejado por haber sido “atropellado” o “empujado” por el auto del jugador.
Así fue como Maradona tuvo una idea: “¡Quiero comprarme un camión!”, le dijo a su representante Guillermo Coppola, famoso por confundir una Ferrari F40 roja con una Testarossa negra.
“¡Vieron qué linda maquinita! Ahora va a ser difícil hacerme notas: ningún periodista se va a poder colgar”, exclamó Diego el día en que recibió su Scania 360 Topline. El debut no estuvo exento de problemas maradonianos: el camión se paró en la puerta de la entrada del campo de entrenamiento, justo frente a un enjambre de periodistas. Diego le había cargado combustible en el tanque equivocado.
Ese Scania, con patente AZW765 tuvo algunos problemas mecánicos, así que poco después la empresa LoJack le consiguió a Maradona un segundo camión sueco, a cambio de un canje publicitario: era un 360 Topline del mismo color celeste, pero con la patente AVP115. El AZW765 fue tuneado y pintado de negro. El AVP115, en cambio, mantuvo su color original y fue utilizado por la empresa de transporte Magnone hasta agosto de 2010, cuando fue puesto a la venta por 295 mil pesos.
Su actual propietario es Juan Carlos Rodríguez, un empresario de 57 años. Rodríguez es socio de la empresa Agro Cereales Capilla y exhibió el fin de semana (16-17/7) el Scania AVP115 en el evento #DriftMode, de Capilla del Señor.
“En la documentación original del camión figura que perteneció a Diego Maradona Producciones y, desde que lo compramos, intentamos varias veces reunir a Diego con su camión. Pero no tuvimos suerte, lo intentamos mil veces de contactar por medio de Matías Morla”, contó Rodríguez.
“Yo soy transportista y amo los camiones. En la flota de nuestra empresa llegamos a tener más de 50 camiones. Pero me cansé de renegar con el país y me fui desprendiendo de todos de a poco. Pero el Scania no lo vendo”, agregó.
“Es un camión que genera mucho entusiasmo y buena onda. La gente se pone loca cuando lo ve. Es que Diego fue un verdadero ídolo. Le dio muchas alegrías a los argentinos y nos dejó los mejores recuerdos”, completó.
-¿Y por qué decidió exhibirlo en este evento?
-Porque lo traje para hacer drifiting.
Así fue: en el predio de Alcam, el piloto cordobés Leito Drift se encargó de hacer derrapar el Scania más famoso de la Argentina. Mirá este video abajo.
Fotos gentileza: Motor 1 Argentina.