FUMATA BLANCA.
Estadounidense con nacionalidad peruana. El Papa sigue siendo un americano
Quién es, porqué eligió ese nombre.

Luego de mucha expectativa, finalmente la Iglesia Católica eligió al nuevo sucesor de Francisco el 8 de mayo. Se trata del estadounidense Robert Prevost, uno de los electos por su antecesor para integrar el grupo de cardenales del Vaticano. El papa, quien fue también obispo de Perú durante 20 años, eligió el nombre de León XIV.
Nacido en Chicago el 14 de septiembre de 1955 en el seno de una familia obrera. Prevost ingresó a la Orden de San Agustín en su juventud, impulsado por una vocación misionera que se consolidó con sus estudios de filosofía y teología en la Catholic Theological Union. En Roma se doctoró en Derecho Canónico. También obtuvo una licenciatura en Ciencias Matemáticas en la Universidad de Villanova en 1977.
En octubre de 2013 regresó a su lugar de origen, Chicago, para ejercer como maestro de los profesos y vicario provincial, funciones que ejerció el 3 de noviembre de 2014, cuando el papa Francisco lo nombró administrador apostólico de la diócesis de Chiclayo, Perú. De esta forma, lo elevó a obispo y le asignó la diócesis titular de Sufar.
Sus opiniones se consideran cercanas a las de su antecesor, quien lo nombró cardenal en el Consistorio del 30 de septiembre de 2023, de la Diaconía de Santa Mónica. En su pasado, estuvo muchos años como misionero en Perú antes de ser elegido jefe de los Agustinos durante dos mandatos consecutivos. Por ese motivo, tiene la nacionalidad peruana.
De marcado perfil latinoamericano, el nuevo papa se ubica casi a las antípodas del presidente estadounidense Donald Trump. Asimismo, su elección es una respuesta al crecimiento del protestantismo y el evangelismo no sólo en el país norteamericano, sino también en otros puntos del planeta.

El nuevo Papa con el fallecido Francisco quien lo designó obispo
Cómo asumió León XIV
Una hora después de la fumata blanca -igual que en 2013-, el cardenal protodiácono, el corso-francés Dominique Mamberti, salió al balcón central de la Basílica de San Pedro, conocido como la “loggia”, para pronunciar el tradicional anuncio en latín: “Habemus Papam”. Así, asumió el primer estadounidense en la historia de la Iglesia.

Prevost rindió homenaje al Papa Francisco, que murió el pasado 21 de abril a los 88 años, al afirmar su deseo de impartir su bendición al pueblo tal y como hizo su predecesor en su última aparición en la Plaza de San Pedro. (foto gentileza Reuters)
Durante su discurso frente a miles de fieles, el Sumo Pontífice se desvió de su italiano para dedicar unas palabras en perfecto castellano a la Diócesis de Chiclayo. Ahora, el mundo está a la espera de las decisiones que tome el nuevo papa, y si seguirá el camino de Francisco o tomará el suyo propio.
Loa cardenales eligieron al nuevo Papa en la cuarta votación
Los 133 cardenales electores lograron definir al sucesor de Francisco.

En el segundo día del Cónclave, la chimenea instalada en el techo de la Capilla Sixtina arrojó después del mediodía la famosa fumata blanca señal que indica que los 133 cardenales electores lograron acordar quién será el sucesor de Francisco. De esta manera, el mundo entero está a la expectativa del nuevo Sumo Pontífice, cuyo anuncio será en unos minutos
Los 1400 millones de católicos del mundo deberán esperar ahora el inminente anuncio “Habemus papam” desde el balcón de la basílica vaticana de San Pedro y la aparición del 267º pontífice de la Iglesia católica. A pesar de las anteriores votaciones fracasadas, la ansiedad de la gente no mermó, por lo que la histórica plaza estuvo colmada de fieles hasta ahora.
¿Cómo fue el Cónclave?
El cónclave de 2025 fue excepcional por ser uno de los más numerosos y diversos en la historia de la Iglesia. Entre ayer y hoy,133 cardenales electores provenientes de 70 países se reunieron para este ritual centenario. La mayoría de estos cardenales fueron nombrados por el Papa Francisco, lo que refleja qué tipo de Iglesia quería dejar como legado.
Como se mencionó, la elección no fue fácil, aunque se suponía que iba a traer más complicaciones en los acuerdos. Las primeras votaciones concluyeron sin consenso, evidenciado por las fumatas negras que salieron de la chimenea de la Capilla Sixtina. Sin embargo, la perseverancia y el diálogo entre los cardenales llevaron finalmente a la elección de un líder que representa una esperanza de unidad y renovación para la Iglesia.
Sólo dos papas habían sido elegidos durante el mes de mayos. El primero fue en 1342, durante el periodo conocido como el destierro de Aviñón, una de las épocas más inestables de la Iglesia. El cónclave se inauguró el 5 de mayo en la residencia papal de Provenza, y tras solo dos días de deliberaciones, el cardenal Pierre Roger fue elegido Sumo Pontífice, adoptando el nombre de Clemente VI.
El segundo caso ocurrió en 1605, cuando el cónclave se inició el 8 de mayo. Tras 27 votaciones,el cardenal Camillo Borghese fue elegido Papa bajo el nombre de Pablo V.
Nota publicada en www.bbc.com/mundo
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EL CÓNCLAVE PARA ELEGIR AL NUEVO PAPA. EL MUNDO EXPECTANTE
EL SUCESOR DE FRANCISCO. Medidas extremas.

Pena de excomunión: el castigo para el personal que no cumpla con el secreto absoluto durante el cónclave
El cónclave que elegirá al sucesor del Papa Francisco, 100 personas, entre ellas médicos, cocineros y conductores, prestaron juramento de confidencialidad
Limpiadores, cocineros, médicos, conductores y otros trabajadores asignados al próximo cónclave en el Vaticano prestaron juramento de secreto en la Capilla Paulina, bajo amenaza de excomunión automática, en cumplimiento de las normas que rigen la elección del sucesor del papa Francisco, según informó el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni.
El Vaticano aisló el cónclave: apagará la red móvil y requisó los teléfonos de cardenales
Unas 100 personas —incluidos también clérigos que actuarán como confesores en diversos idiomas— se comprometieron a guardar absoluta confidencialidad sobre cualquier detalle relacionado con el proceso de votación, directa o indirectamente. La obligación se extiende más allá del cónclave y solo puede ser levantada por el futuro pontífice. La normativa establece también la prohibición del uso de aparatos de grabación, audio o video, durante todo el período electoral dentro de los muros vaticanos.
El cónclave iniciió en la Capilla Sixtina, con la participación prevista de 133 cardenales, de los cuales 108 fueron nombrados por Francisco. En paralelo, decenas de laicos y religiosos se encargarán de alojar, alimentar y atender sanitariamente a los votantes, quienes permanecerán aislados del exterior hasta que una fumata blanca anuncie al nuevo papa. Los cardenales residirán dentro del Vaticano y podrán desplazarse a pie o en un autobús habilitado exclusivamente para moverse dentro del perímetro sellado.
Cónclave papal: el plan B de la Curia ante el posible fracaso de la candidatura de Parolin
Inicialmente, Bruni señaló que los cardenales solo dejarían sus teléfonos móviles en su residencia de Santa Marta, sin que fueran retirados formalmente. No obstante, horas después aclaró que los dispositivos serán entregados al iniciar el cónclave y devueltos únicamente al final, como parte de un proceso que calificó como unido a la oración, la meditación y la reflexión espiritual. Para garantizar el aislamiento, el Vaticano instalará inhibidores de señal alrededor de la Capilla Sixtina y las residencias, bajo vigilancia de la gendarmería vaticana.
El contenido del juramento de secreto está regulado por una normativa vigente desde 1996, establecida por San Juan Pablo II en el documento Universi Dominici Gregis, que rige los procedimientos de elección del papa. Aunque ya preveía la posibilidad de sanciones, el Papa Benedicto XVI reforzó esta disposición con dos enmiendas, dejando explícito que toda persona que revele información del cónclave incurre en excomunión automática, reservada exclusivamente a la Sede Apostólica.
No votan en el cónclave, pero las monjas que lideran las órdenes católicas del mundo también se reunieron en Roma
Monjas tiran de cubos de
basura en una calle cercana al Vaticano, antes del cónclave para elegir al próximo Papa
La fórmula actual del juramento obliga a quienes lo prestan a observar una “secrecía absoluta y perpetua” sobre todos los aspectos relacionados con las votaciones, y les prohíbe usar dispositivos de grabación, ya sea de forma directa o indirecta. Además, se les exige reconocer que toda infracción implica la pena más severa del derecho canónico. Los participantes sellan el compromiso tocando los Santos Evangelios, en una ceremonia formal que subraya el carácter sagrado del proceso.
Mientras tanto, en vísperas del cónclave, la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, el organismo vaticano asesor creado por el Papa Francisco, pidió públicamente a los cardenales electores que coloquen el tema de los abusos sexuales en la Iglesia entre sus prioridades. En una declaración difundida el lunes, la comisión subrayó que “la credibilidad de la Iglesia depende de una verdadera rendición de cuentas, transparencia y justicia para las víctimas”.
El texto exhorta a los prelados a no anteponer la preocupación por el escándalo o la reputación institucional al imperativo de verdad y justicia: “Que ninguna preocupación por el escándalo oculte la urgencia de la verdad. Que ninguna consideración por la reputación impida nuestra responsabilidad de actuar en nombre de quienes han sido abusados”, señaló el comunicado.
El presidente de la comisión, el cardenal Sean O’Malley, participa en las reuniones previas al cónclave pero no ejercerá su voto, debido a que ha superado los 80 años, edad máxima establecida para tener derecho a sufragio en la elección del Papa.
El Vaticano no proporciona estimaciones oficiales sobre la duración del cónclave, dado que el proceso no está sujeto a plazos preestablecidos y depende del consenso que logren los cardenales electores. La duración será conocida únicamente cuando se eleve el humo blanco desde la chimenea de la Capilla Sixtina, señal inequívoca de que un nuevo Papa ha sido elegido.
Durante ese período, todos los involucrados —electores y personal de apoyo— permanecerán recluidos dentro del Vaticano, sin contacto con el exterior. Esta disposición busca preservar la integridad del proceso, evitar filtraciones y garantizar que la elección del nuevo pontífice se realice en un clima de reflexión espiritual, deliberación libre y sin presiones externas.
“Anuncio vobis gaudium magnum”: qué significa el rito en latín que marca el inicio de un nuevo papado. Nota publicada en infobae.com



