El volumen se multiplicó por 40 en los primeros ocho meses del 2025, frente a todo 2024. Las prendas se ofrecen en fardos de entre 25 y 50 kilos. En su mayoría vienen de EEUU por una prohibición de incinerarlas. El antecedente del desierto de Atacama y el “basural del mundo”.

“Cementerio” de ropa usada en el desierto de Atacama en Chile. Foto: Nicolás Vargas, BBC.
Es un fenómeno novedoso porque la maniobra estuvo prohibida desde el año 1999 mediante distintas normativas y prórrogas. La última fue el decreto 133 del año 2017 que venció en mayo del 2022, pero como en aquel momento regían otras restricciones como las licencias no automáticas, la modalidad no fue viable hasta el año pasado.
En la actualidad no existe ninguna restricción vigente. En su momento, las distintas medidas buscaron proteger la salud pública, la seguridad y el medio ambiente. En el sector industrial advierten ahora por esos mismos riesgos. Ponen como ejemplo el desierto de Atacama donde importadores descartan hasta un 40% de la mercadería y por eso el sitio se conoce como “el basurero del mundo”.
De China a La Salada
Las compras vía Courier siguen creciendo y marcaron un nuevo récord en octubre con un salto interanual del 289,9%, según un análisis que realizó la consultora Analytica en base a datos del INDEC. El acumulado de 2025 ya es un 292,1% superior al de el 2024 de acuerdo al mismo informe.
Pero el fenómeno de la clase media recurriendo a plataformas como Shein y Temú es apenas la punta del ovillo. En el sector señalan que el made in China llegó de forma masiva a ferias como La Salada, donde según advierten en la industria, antes predominaban los productos locales: “Ahora importan sin impuestos y venden sin impuestos”, se quejan.
Los textiles de distintos rubros vienen reclamando al Gobierno una competencia más justa: con más infraestructura, menos impuestos distorsivos y un tipo de cambio más realista. También piden consistencias en el aspecto arancelario y ponen un ejemplo: el poliéster está en un listado de excepciones por el que paga sólo 6% de aranceles, sin embargo para importar la materia prima para hacer ese hilado se paga el 12%.
Luciano Galfione presidente de la Fundación Protejer contó que en su fábrica tiene 140 empleados pero está utilizando solo el 20% de su capacidad instalada. “Hay una marcada caída en el consumo, hoy no se vende el nacional pero tampoco el importado”, dijo en diálogo con Ahora Play. Y remató: “Las empresas pueden sostener muy poco tiempo niveles de estas características”.
nota publicada en Ambito.com





